Hasta el 29 de octubre se puede visitar la exposición “Valencians a Nova York. 1892-1930” en la Sala Llevant de l’Auditori de la Mediterrània de La Nucía. Esta muestra se inauguró el pasado martes 8 de octubre por la tarde tras la presentación del libro de Miguel Guardiola “De La Nucía a Nueva York”. Esta muestra fotográfica sobre la emigración valenciana a principios del siglo XX, recoge testimonios, cartas, documentación y diferente material. La entrada es libre y gratuita.
La inauguración de la exposición contó con la presencia de Teresa Morell, comisaria de la exposición y profesora de la UA, Miguel Guardiola, cronista oficial de La Nucía y Pedro Lloret, concejal de Cultura. Se trata de una muestra retrospectiva de la emigración valenciana a Nueva York, que cuenta con el apoyo de la Universidad de Alicante.
Exposición y después libro
Teresa Morell es autora también del libro “Valencians a Nova York. El cas de la Marina Alta (1912-1920)”. Curiosamente Teresa Morell hizo el viaje inverso a los emigrantes valencianos, ya que nació en Nueva York y llegó a España a los 22 años. Es nieta de los emigrantes que viajaron a América desde Orba (Marina Alta) a principios del siglo XX.
“La exposición llegó antes que el libro. Durante toda mi vida he escuchado estas historias de mis abuelos, tíos, amigos y padres, de los cuáles he ido recopilando información y diferentes fotografías, documentos, cartas y postales. Era una historia que no se ha contado y que ha salido a la luz un siglo después, antes que desaparecieran todos los testimonios, documentación…etc Es la historia de mi familia y de muchas familias de la Marina Alta, valencianos que emigraron a América en busca de la prosperidad a principios del siglo XX, por la hambruna y pobreza que había en la “nostra terra”. No ha sido contada antes quizás, porque fue gloria para unos, pero para muchos fue un calvario, como todas las emigraciones. Para muchas familias fue una pena, ya que volvieron sin poder recuperar el dinero del viaje, un fracaso y una vergüenza, por ello muchas veces se ha ocultado esta historia del “nostre poble i la nostra terra”” comenta Teresa Morell, comisaria de la Exposición.
Emigración a “Nova York”
“Valencians a Nova York 1892-1930” recoge testimonios y material variado, fotografías y documentos de la época, para relatar cómo los valencianos, y con más detalle sobre familias y personas concretas de la Marina Alta, buscaron en Nueva York nuevas perspectivas de vida y una salida para vivir mejor de lo que vivían en sus lugares de origen. Dado que Teresa Morell estudió a fondo el caso de la Marina Alta, con un libro publicado sobre ello, el material documental y las historias concretas refieren especialmente casos de la Marina Alta, donde en 1920 el 87% de la población era analfabeta (no sabía ni leer, ni escribir)
Esta exposición “Valencians a Nova York 1892” se puede visitar hasta el 29 de octubre en la Sala Llevant de l’Auditori de la Mediterrània de La Nucía, de forma libre y gratuita.
14.000 valencianos
Según las últimas investigaciones se calcula que en esa época “1892-1930” emigraron a Nueva York 14.000 valencianos, de los cuáles 10.000 procedían de poblaciones de la Marina Alta. Por ejemplo de Orba emigraron 500 hombres de los 2.000 habitantes de este pueblo de la Marina Alta, de dónde procede la familia de Teresa Morell. Recordemos que de La Nucía emigraron 189 personas de un censo de 2.000 personas que tenía la población en esa época, según las investigaciones realizadas por Miguel Guardiola, cronista oficial de La Nucía. El viaje a América en barco duraba 12 días de media y viajaban en embarcaciones abarrotadas con más de 2.000 personas. Los valencianos emigrantes viajaban en tercera Categoría (Máquina), que era la más barata, que les costaba 313 pesetas, equivalente al sueldo de todo un año. Para poder viajar los emigrantes se veían abocados a vender sus tierras y bancales o pedir un préstamo a los terratenientes de sus poblaciones.
“Diferente suerte”
“Los que emigraron a Nueva York tuvieron diferente suerte. Al principio ganaron mucho dinero, ya había trabajo y el sueldo allí era 20 veces mayor que el que se ganaba en España. Volvieron y pudieron comprar casa, bancales, terrenos. De hecho en Orba existe una calle que se llama “Carrer de les Amériques”. Los que emigraron más tarde no tuvieron tanta suerte, ya que había acabado la 1ª Guerra Mundial y no hacía falta mano de obra. No tuvieron dinero ni para volver a casa y fueron retornados por el gobierno, avergonzados por su fracaso y su ruina económica. Por ello se ha tardado 100 años en contar esta historia sobre la emigración valenciana a Nueva York” apuntó Teresa Morell.