Como todos los años la procesión comenzó en la Ermita de San Rafael de La Nucía. En la “Capelleta” se concentraron niños y mayores con sus palmas y ramas de olivo, que fueron bendecidas por el párroco de La Nucía. Todos vestían sus mejores mudas ya que como dice el refranero local “diumenge de rams, qui no estrena no té mans”. Tras la bendición se realizó la procesión de domingo de Ramos partiendo desde la Capelleta por carrer Sant Rafel, carrer la Llosa, Costereta, Sant Vicent, plaça Major. Para concluir el recorrido en la Iglesia de la Purísima Concepción de La Nucía, donde se celebró la santa misa del Domingo de Ramos.